Alumnos que presenciaron la sesión en el Senado de la Nación.
El Senado de la Nación promulgó la Ley de Servicios Audiovisuales. La contienda parlamentaria generó un arduo y largo debate que, a lo largo de más de 16 horas, finalmente se decidió por la aprobación del proyecto en general a las 2. 45 de la madrugada. Aunque el tratamiento en particular hizo arribar la sesión hasta casi las 7 de la mañana, el proyecto salió sin modificaciones.
Lo cierto es que después de una semana empañada por dichos de todo tipo, entre cambios de votos a último momento, señalamientos de presiones, y demás, el oficialismo se aseguró de contar con las adhesiones necesarias para que la “nueva Ley de la Democracia” viera la luz sin mayores sobresaltos. En tal sentido, los senadores del Frente para la Victoria se mostraron confiados desde un primer momento en el recinto.
Para dar inicio a la sesión, programada para las 10 de la mañana, sólo bastó poco más de media hora obtener el quórum necesario. Y de este modo, la exposición de los diferentes Senadores que iban a tener la palabra comenzó con el turno del legislador Nicolás Fernández, miembro informante elegido por el bloque oficialista, quien presentó y defendió tenazmente el proyecto oficial.
En esta ocasión, para la aprobación de la ley se sumaron al oficialismo los aliados fueguinos José Martínez, María Díaz y el neuquino Horacio Lores; además de apoyos circunstanciales como el socialista Rubén Giustiniani, el ex bussista Carlos Salazar, y la controvertida Dora Sánchez.
Con el devenir de las horas, los temas conflictivos fueron recurrentes tanto en oficialistas como opositores. Desde el Frente para la Victoria debieron responder continuamente por el polémico cambio de voto de la Senadora correntina Sánchez. Frente a esto la legisladora Blanca Osuna de Entre Ríos se atajó diciendo que cuando se trató la histórica resolución 125, los oficialistas que cambiaron su voto a favor del campo fueron vistos como “ídolos”, mientras que esta vez se condenó a quienes cambiaron de parecer. Por otra parte la entrerriana atacó a la oposición alegando que “llamativamente se desmerece a legisladores que han acompañado, y la verdad es que deberían preguntarse por qué no han sido capaces de sumar más votos”.
Desde las arcas opositoras se condenó definitivamente este cambio de postura, llegándola a calificar de “bochornosa”. De esta forma advirtieron que “el Estado disciplina gobernadores con la Caja”. Pero al ser inquiridos de presiones por parte de los grandes grupos periodísticos lo negaron rotundamente.
Desde otro ámbito, hicieron cuestionamientos al proyecto en sí al referirse a artículos polémicos como los referentes al proceso de desprendimiento de los grandes grupos multimediales. El formoseño Luis Peitcoff Naidenof, representante del Radicalismo, negó la existencia de monopolios, ya que señaló “sólo existen posiciones dominantes y concentraciones”. Ante lo cual manifestó que “vamos a avanzar de un mecanismo de concentración privada, a una concentración estatal”. Además Naidenof defendió la estabilidad de los trabajadores de prensa que van a verse afectados por el eventual cierre de un medio. Y sentenció: “ésa es la lógica perversa”.
Pero en la vereda opuesta la Senadora Osuna aclaró que el proceso de desconcentración podrá ser efectivamente cumplido por las empresas. Y exclamó que “la contracara de ese proceso son miles trabajando por acceder a nuevos medios, y el Estado acompañando ese proceso”.
El artículo 161, que prevé el plazo de un año de desinversión para aquellos que no cumplan con los límites de las licencias contemplados en el proyecto, fue apuntado también desde el ámbito jurídico. De este modo, parte de la cúpula de la UCR se remitió a los supuestos juicios que puede enfrentar el Estado al atentar contra intereses adquiridos. Pero en este sentido, desde el Frente para la Victoria aseguraron que el tema de la judialización ha sido planteado como un argumento “casi absurdo”, pero igualmente se recalcó que en Argentina hay una justicia y una Suprema Corte “independientes” que podrá atender “seria y responsablemente las demandas”.
De todos modos y volviendo recurrentemente sobre los mismos temas, la jornada avanzó hasta las 10 de la noche cuando comenzaron a disertar los Jefes de Bloque, entre los cuales se contaron las disidencias como las de Hilda Chiche Duhalde, representante del PJ disidente, que apuntó a la falta de federalismo aunque se mostró resignada ante la inminencia de la aprobación de la Ley. Por su parte, en la misma dirección se dirigieron los Senadores Rodríguez Saá, que se abocó a señalar cuestiones técnicas del proyecto, Gerardo Morales (miembro informante de la minoría), y Ernesto Sanz, de la UCR, que rescató más de 100 artículos del proyecto oficial, pero los señaló como insuficientes para su aprobación. Un tono marcadamente distinto definió la postura del socialista Giustiniani, que adujo apoyar la ley en general pero no en particular.
Por último, para cerrar el debate le tocó el turno al titular del Bloque kirchnerista, Miguel Ángel Pichetto. Éste haciendo uso de todas las exposiciones de la jornada para refutarlas. Tales como la imposibilidad de que aplicación dentro del margen de un año, ya que aseguró que primero debe ser reglamentada; además del tiempo necesario para la conformación del Órgano de Aplicación que reemplazará al Comfer. El Senador se animó hasta a defender la prórroga de las licencias efectuadas por Kirchner en 2005, ya que dijo apelaba a la protección de bienes culturales.
Y finalmente tras una jornada intensa, se vivió en un rotundo triunfo del Proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales presentado por el oficialismo, que se proclamó con 44 votos a favor y 24 en contra. Exactamente la misma cifra que se presumía desde inicios de la jornada. Y así continuó para ser tratada en particular, aunque de esa instancia también salió tal como lo preveía el kirchnerismo, sin modificaciones.